Pese a la sanción impuesta al fabricante del iPhone por recibir beneficios fiscales “ilegales” en Irlanda, las acciones de la tecnológica subieron 1.16% en el Nasdaq el miércoles.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmó el martes la orden de la Comisión Europea, con el que sanciona a Apple con una multa de 13,000 millones de dólares, por impuestos que no pagó en Irlanda.
Ello, luego de que el máximo tribunal de la Unión Europea desechara el recurso legal presentado por el fabricante del iPhone, que apeló la sentencia emitida en 2016 por la Comisión Europea.
De acuerdo al resolutivo emitido por parte de la Unión Europea, la empresa estadounidense fundada en la década de 1970 por Steve Jobs y que dirige Tim Cook, recibió "ayuda ilegal" por parte de Irlanda, con el fin de evitar, durante 11 años (específicamente entre 1991 y 2014), pagar impuestos en esa nación, pero la sentencia señala que el país debe recuperar ese dinero.
Pese a ello, las acciones de Apple terminaron la jornada del miércoles con un alza de 1.16% a 222.66 dólares cada una en el índice tecnológico Nasdaq, un día después de la resolución del tribunal.
La confirmación del máximo tribunal de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, es una de las "agresivas medidas" adoptadas, para exigir a la empresa estadounidense, que cumpla con sus responsabilidades fiscales, conforme a las leyes comunitarias sobre fiscalidad, competitividad y privacidad.
En 2016, la Comisión Europea anunció que Irlanda había concedido beneficios fiscales indebidos al gigante tecnológico tras una investigación de dos años sobre ayudas estatales.
La Comisión ordenó entonces al fabricante del iPhone, que pagara la tasa, pero el Tribunal General de la Unión Europea revocó la sentencia en 2020 tras una apelación del gobierno irlandés y Apple.
Según el Tribunal de Justicia, el Tribunal General "se equivocó" al dictar sentencia en la que afirmaba que la comisión no había probado "suficientemente" que las licencias de propiedad intelectual de las filiales irlandesas de Apple y los beneficios relacionados, generados por las ventas de productos fuera de Estados Unidos, debían haberse asignado a efectos fiscales.
El Tribunal de Justicia afirmó que su sentencia sobre el asunto es definitiva.
En una declaración separada, el gobierno irlandés afirmó que "respetaría" las conclusiones del tribunal en relación con el impuesto adeudado en el caso de Apple y que iniciaría el proceso de transferencia de activos en un fondo de depósito en garantía a Irlanda.
El país reiteró su postura de no dar un tratamiento fiscal preferencial a ninguna empresa o contribuyente, y ya ha realizado cambios en sus leyes sobre la atribución de beneficios a las sucursales de empresas no residentes que operan en el estado.